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Ectrodactilia unilateral en caninos

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Ectrodactilia unilateral en caninos

La ectrodactilia es una de las malformaciones congénitas de las extremidades (Tchaprazov et al., 2007), de carácter severo, pero poco frecuente en el perro y gato (Harasen, 2010). También conocida como hipodactilia, oligodactilia, síndrome pinza de langosta o deformidad mano fisurada (Tchaprazov et al., 2007).
Se refiere a este defecto como la reducción en el número normal de dígitos en una extremidad (Carvallo, 2010) caracterizada por la separación de tejido blando y hueso que puede ocurrir por debajo de los huesos metacarpianos, afectando sólo estos, o también extenderse hasta el radio-ulna (Ferreira et al., 2007; Barrand, 2004), dividiéndose así el miembro en dos mitades (Audisio et al., 2013).
En los perros y gatos domésticos, la ectrodactilia se ha considerado un trastorno altamente heterogéneo con diferentes sitios de separación del tejido blando y una variedad de anormalidades, donde ninguno de los casos reportados en la literatura son idénticos (Barrand, 2004).
Se describe como una deficiencia paraxial inusual en uno o más elementos de la porción distal del miembro durante el desarrollo embrionario (Souza et al., 2009; Oliveira et al., 2002), es un fracaso de la fusión de los precursores embrionarios de los huesos de las extremidades anteriores (Ferreira et al., 2007), donde malformaciones intrínsecas o la disrupción en el desarrollo de células óseas mesenquimales entre los días 23 y 35 de gestación resultan en anormalidades de las extremidades incluyendo ectrodactilia (Harasen, 2010).
En la literatura veterinaria el término ectrodactilia ha sido usado para describir esta anormal hendidura en animales con cinco dígitos, incluso cuando todos ellos se han desarrollado (Mehrjerdi et al., 2008). Muy a menudo, es acompañada de aplasia o hipoplasia de varios huesos del carpo, subluxaciones y luxaciones de las articulaciones del carpo y codo, sindactilia de metacarpianos o huesos falángicos, como también contracturas del tejido blando, curvaturas y acortamiento del miembro (Barrand, 2004; Audisio et al., 2013). En los seres humanos, se puede asociar con otras deformidades congénitas como la displasia ectodérmica y paladar hendido, pero en los perros no existe tal conexión (Ferreira et al., 2007).
La afección suele presentarse en el miembro anterior de forma unilateral (Oliveira et al., 2002; Harasen, 2010), aunque se han reportado casos bilaterales (Carvallo et al., 2010). Este defecto se ha reportado en diferentes especies de mamíferos dentro de las que se encuentra el perro (Barrand, 2004), gato, bovinos, hombre, primate, como también anfibios (Mehrjerdi, 2008), roedores, aves (Ferreira et al., 2007) y el tigre (Rahal et al., 2012).

Luis Gutierrez Suazo

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