Por Luisa Palmero Colado

Leucotriquia periocular en el gato Siamés. ¿Qué oculta?

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Caso clínico

Acude por primera vez a consulta Sofía, una hembra Siamés de 6 años, para vacunación rutinaria. Durante la exploración general, se observa un acla­ramiento de los pelos alrededor de ambos ojos, sin ninguna otra afección dermatológica, que ha sido notado por los dueños aproximadamente 1 mes an­tes, y que se corresponde con una leucotriquia perio­cular (figs. 1 y 2). La lista de diagnósticos diferenciales de la leucotri­quia periocular incluye:

• Gestación.

• Alimentación deiciente.

• Gatitos con un crecimiento rápido.

• Enfermedades sistémicas.

En la anamnesis, se comprueba que el entorno de la gata es adecuado y que ella recibe una correc­ta alimentación con dietas de alta gama, no sale al exterior, y es desparasitada y vacunada regular­mente. Además, cada 5 meses se le administra un progestágeno inyectable como método de inhibi­ción del celo. La exploración general no arroja datos de interés: temperatura normal, mucosas rosadas con TRC nor­mal y auscultación normal, aunque la palpación ab­dominal no es bien tolerada por la gata. Al preguntar por secreciones vulvares anómalas, los propietarios refieren un sangrado puntual y escaso, unos 15 días antes, que no se produjo de nuevo. La exploración de la región vulvar es normal. Se procede a la realización de pruebas diagnósticas para identificar la causa de la leucotriquia periocular:

• Extracción de una muestra de sangre: las pruebas de hematología resultan normales y las de bioquí­mica muestran una hiperproteinemia por hiper­ globulinemia.

• Pruebas para leucemia e inmunodeiciencia: resul­tado negativo.

• Ecografía abdominal: la porción craneal del cuerno uterino izquierdo se observa marcadamente dis­tendida con un contenido hipoecogénico. Además, en su unión con el cuerpo uterino, ambos cuernos presentan un grave engrosamiento isoecogénico. El diámetro del cuerno izquierdo llega a 18 mm y el del derecho a 15 mm. El resto de las estructuras abdominales son econormales.


Tratamiento

Se procede al tratamiento quirúrgico mediante ova­ riohisterectomía, tras la cual se aprecian un engrosa­ miento irme de ambos cuernos en su unión con el cuerpo uterino y obstrucción del cérvix (ig. 3). Se remite la muestra a anatomopatología y se conir­ ma la presencia de un adenocarcinoma tubulopapilar y sólido uterino. las características citológicas se co­ rresponden con una proliferación neoplásica de estir­ pe epitelial que iniltra el tejido muscular de la matriz a modo de múltiples nidos sólidos. El grado de atipia celular es alto y el índice mitótico es igualmente eleva­ do. los bordes de las piezas remitidas están ocupados por el tumor. El pronóstico es reservado. Se recomienda la reali­ zación de controles periódicos mediante radiografías torácicas y ecografías abdominales para valorar la apa­ rición de metástasis. Se instauran, además, medidas de soporte nutricio­ nal mediante la administración de una dieta adecuada para gatos con cáncer. la dieta óptima debe tener una concentración reducida de hidratos de carbono, un aporte suiciente de proteínas altamente digestibles, suplementación de aminoácidos especíicos, y una apropiada relación de ácidos grasos omega 3 y omega 6. En el caso de optar por una dieta casera, ésta debe contener predominantemente pescados y, entre ellos, los preferidos son los pescados azules (por ej., sardina, boquerón, salmón, salmonete, atún, bonito, pez espada), ya que son los que poseen mayor proporción de ácidos grasos omega 3. Esta dieta puede ser suplemen­ tada con preparados que contengan antioxidantes, como vitamina E y selenio.


Comentario

La leucotriquia debe considerarse como un signo externo de una posible enfermedad sistémica, en los Siamés en los que se hayan descartado la alimentación deficiente, la gestación o el crecimiento rápido (si se trata de un gatito) como agentes causales. Por ello, es oportuna la realización de pruebas clínicas, como ana­líticas sanguíneas, radiografías y ecografía, para hallar la patología subyacente. Una vez controlada la causa, la leucotriquia periocular se resuelve generalmente en uno o dos ciclos pilosos. El adenocarcinoma uterino es un tumor maligno poco frecuente en gatas, que puede dar origen a signos ines­pecíficos de enfermedad, como anorexia, letargia y dolor abdominal, o bien descarga vaginal purulenta, serosa o hemorrágica o signos de piómetra. Se presenta en gatas de entre 5 y 16 años, y su origen podría estar determinado por una alteración local del sistema inmunológico du­rante el desarrollo fetal. Es capaz de producir metástasis a peritoneo, pulmones, ganglios linfáticos abdominales, riñones, hígado, ovario, pleura, cerebro, ojos, glándulas suprarrenales y ganglios linfáticos periféricos. Otros tipos tumores uterinos que afectan a las gatas son:

• Adenoma benigno: puede alcanzar gran tamaño, desde 0,5 cc hasta 5 x 7 cm. En algunos casos, se presenta asociado a cuadros de hiperplasia endo­ metrial y piómetra.

• Fibroma: tumor benigno de presentación relativa­ mente frecuente. Puede alcanzar gran tamaño y da origen a dolor abdominal, anorexia y secreciones vaginales anómalas.

• Leiomioma: tumor benigno. Puede tener una pre­sentación múltiple. Afecta el cuerpo del útero y también puede afectar la vagina. Puede manifes­tarse en forma concurrente con quistes ováricos e hiperplasia endometrial.

• Leiomiosarcoma: tumor maligno. Puede estar asociado a piómetra y metastatizar a peritoneo, ganglios linfáticos y pulmones. Tras su extracción quirúrgica, es recomendable la quimioterapia con doxorrubicina o carboplatino.

En los pacientes con tumores benignos, la cirugía es curativa, mientras que en aquellos con tumores ma­lignos, como el leiomiosarcoma o el adenocarcinoma, la cirugía es paliativa y la recurrencia o la aparición de metástasis es frecuente. Debido a que estos tumores, por su localización, pueden originar signos clínicos de descarga vaginal o piómetra, deberían descartarse mediante una explora­ción ecográica o por medio de la inspección directa del tejido uterino, tras la realización de la ovariohiste­ rectomía, en las gatas con esta sintomatología.


Referencias bibliográica

1. Scott D.W. Pigmentary Abnormalities. En: Muller & Kik´s Small Animal Dermatology. 5th edition. Phi­ladelphia: Saunders, 2001.

2. Scherding RG. Diseases of the skin. The cat diseases and clinical management. 2th edition.

3. Ogilvie G.K., Moore A.S. Tumors of the reproductive tract. En: Feline oncology. A Comprehensive Guide to Compassionate Care. veterinary learning Sys­ tems, 2001.


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