Sistema endocannabinoide: virtudes de una función poco conocida en el organismo animal

Sistema endocannabinoide: virtudes de una función poco conocida en el organismo animal

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Adriana Inés Moiron

Médica Veterinaria UBA Argentina. Directora del Instituto Médico Argentina Veterinario de Alternativas Terapéuticas (IMAVAT).
Directora del Observatorio Veterinario de Aceite Medicinal de la República Argentina (OVAM)
www.imavat.org
cursosimavat@gmail.com


El Sistema Endocannabinoide (SEC) está constituido por una red de receptores a nivel celular que se encuentra en todo el cuerpo.
La mayoría de estos receptores cannabinoides (CB) se encuentran en el sistema nervioso, pero también existen en: Órganos, piel, huesos y tejido conectivo en general.
Estos receptores (CB) estarán bajo la acción de los endocannabinoides sintetizados en el cuerpo y de esta forma, completar un proceso de comunicación llamada neurotransmisión, el cual involucra a casi todo nuestro organismo.
El objetivo de este ECS es lograr la homeostasis en casi todos los procesos metabólicos del organismo.
Las plantas del cannabis contienen fitocannabinoides que interactúan con el ECS de la misma
forma que los endocannabinoides producidos por el cuerpo.
Los receptores cannabinoides están presentes en las membranas celulares, siendo el sistema receptor más amplio de cualquier ser vivo. Y al ser estimulados, se produce una variedad de procesos fisiológicos o de modulación.

Los dos receptores de cannabinoides más conocidos son:

  • CB1: Predominantemente presentes en el sistema nervioso, tejidos conectivos, gónadas, glándulas y órganos.
  • CB2: Que se encuentran predominantemente en el sistema inmune y sus estructuras asociadas.

Otros receptores recientemente descubiertos son:

  • GPR55
  • THPVR1
  • 5HT1A

Los endocannabinoides son las sustancias producidas en el cuerpo para estimular estos  receptores (CB). Las dos moléculas más conocidas de estas se llaman: Anandamida y
2-araquidonoilglicerol
(2-AG). Se sintetizan a pedido a partir de los derivados del ácido  araquidónico de la membrana celular, tienen un efecto local y una vida media corta antes de ser
degradados por las enzimas ácido graso amida hidrolasa (FAAH) y monoacilglicerol lipasa (MAGL).


Fitocannabinoides

Los fitocannabinoides son sustancias vegetales que estimulan los receptores de cannabinoides.
El Delta-9-tetrahidrocannabino (THC), es la más psicoactiva y ciertamente la más famosa de estas sustancias, pero otros cannabinoides como el Cannabidiol (CBD) y el Cannabinol (CBN) están ganando el interés de los investigadores debido a una variedad de propiedades curativas. La mayoría de los fitocannabinoides se han aislado del Cannabis sativa o en sus formas híbridas.
Algunos fitocannabinoides que se pueden encontrar en los aceites medicinales.

Otros fitocannabinoides que se conocen bien son:

  • CBC (Cannabichromeno)
  • CBN (Cannabinol)
  • CBG (Cannabigerol)
  • THCv (Tetrahydrocannabivarin)


CBC

Del mismo modo que el CBD, es un componente no psicoactivo. Ha sido investigado por sus propiedades antiinflamatorias, antitumorales y antidepresivas; y un estudio realizado en el año 2013 sugiere que incluso estimula el crecimiento de nuevas células cerebrales.


CBN

En Italia se han realizado estudios que indican que el CBN posee cualidades antibióticas (resistencia a infecciones por MRSA), mientras que su capacidad para estimular endorfinas lo convierte en efectivo (igual que el THC) como analgésico. Pruebas de un laboratorio en California evidencian también su efectividad como sedante.


CBG

Este componente ha sido objeto de mucho interés en los círculos de investigación científica. Posee propiedades antibióticas y antifúngicas significativas, y se dice que sus cualidades analgésicas son más fuertes que el THC y el CBN.


THCv

Uno de los componentes que ha sido estudiado por su efectividad como anticonvulsionante, reduciendo las convulsiones causadas por la epilepsia. También se ha demostrado que contrarresta los efectos psicoactivos del THC, por lo que ofrece un potencial importante para paliar la psicosis inducida por el cannabis.
Los laboratorios también pueden producir cannabinoides. El THC sintético, comercializado como Dronabinol (Marinol) y Nabilona (Cesamet), un análogo del THC, son medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento de las náuseas y el síndrome de emaciación graves.
Algunos médicos los han encontrado útiles en el tratamiento no indicado del dolor crónico, la migraña y otras afecciones graves. Muchos otros cannabinoides sintéticos se usan en la investigación con animales, y algunos tienen una potencia de hasta 600 veces la del THC.
A diferencia de los derivados sintéticos, el cannabis a base de hierbas puede contener más de cien cannabinoides diferentes, terpenos y flavonoides. Estos dos últimos actúan potenciando a los cannabinoides presentes en la planta, y esta intervención es denominada efecto séquito.
La acción de los cannabinoides eran bien conocidos por los sistemas médicos indígenas de la antigua India, China y el Tíbet, y la ciencia occidental lo ha hecho cada vez más conocido a partir de su descubridor e investigador del sistema endocannabinoide con el Dr. Raphael Mechoulam.
También conocido como el padre de la investigación sobre el cannabis, construyó las bases científicas actuales sobre esta planta. Después de aislar el THC en el año 1964, Mechoulam dio paso al descubrimiento del sistema endocannabinoide: posiblemente, el hallazgo médico más importante del siglo XX.

El sistema endocannabinoide interviene en los siguientes procesos:

  • Regulación del estado de ánimo
  • Memoria
  • Percepción del dolor
  • Crecimiento óseo
  • Presión ocular
  • Actividad convulsiva
  • Apetito
  • Inflamación
  • Tono muscular y movimiento
  • Protección de nervios y tejido cerebral
  • Regulación tumoral
  • Manejo del estrés
  • Motilidad gastrointestinal
  • Asma bronquial

A mediados de los 90’s, el sistema endocannabinoide emergió como un tema candente entre los científicos alrededor del mundo que compartieron los hallazgos en revistas científicas internacionales. Las instituciones altamente técnicas en la materia convocaron a reuniones anuales. La Cannabinoid Research Society (Sociedad Internacional de Investigación en Cannabinoides) obtuvo datos científicos sorprendentes sobre el potencial terapéutico del CBD y otros compuestos cannabinoides.

Un estudio preclínico de 1998 financiado por el National Institute of Health (Instituto Nacional de Salud) fue la base para una patente del gobierno de Estados Unidos sobre las propiedades antioxidantes y neuroprotectoras del CBD y el THC, los cuales se encontró que limitan “el daño neurológico que sigue a isquemias, como infartos y trauma”. Se describió que ambos compuestos tenían “una aplicación particular en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la demencia por VIH”.
Con respecto al Cannabidiol, los hechos más destacados en el campo terapéutico con Cannabis, se concluyó que en:

  • Cáncer: Los científicos del California Pacific Medical Center demostraron que el CBD reduce la proliferación del cáncer de mama, la invasión y metástasis en experimentos con líneas celulares humanas.
  • Diabetes: Investigadores israelíes reportaron que el CBD “reduce la incidencia de diabetes en ratones diabéticos no obesos.
  • Epilepsia: Científicos británicos descubrieron que el CBD ejerce efectos anticonvulsivantes en modelos animales de epilepsia.
  • Trastornos del ánimo: Investigadores brasileros exploraron el potencial antipsicótico del CBD y sus propiedades ansiolíticas.
  • Acné: El Journal of Clinical Investigation (2014) reporta que “el CBD tiene potencial como un agente terapéutico promisorio en el tratamiento de acné vulgaris”.
  • Arritmias cardiacas: El British Journal of Pharmacology (2010) reveló que el CBD suprime las arritmias cardiacas inducidas por infartos en animales y reduce la proporción del daño cerebral.
  • Neurogénesis de células madre: Científicos alemanes han descubierto que el CBD estimula el crecimiento de nuevas células cerebrales en mamíferos adultos.
  • Efecto antibacterial: De acuerdo con el Journal of Natural Products (2008) publicado por la American Chemical Society, el CBD “demostró una actividad potente en contra de una gran variedad de cepas de estafilococos resistentes a la meticilina (MRSA, por sus siglas en inglés)”.


El chico malo y el chico bueno: THC y CBD

El THC y el CBD son la pareja terapéutica cannábica; trabajan mejor juntos, amplificando las propiedades curativas mutuamente a través de la activación de diferentes receptores. Esta dinámica sinérgica es de gran importancia porque el THC es clave en la maximización del potencial terapéutico del CBD y viceversa.

Los aceites concentrados de Cannabis con ratios variables de THC: CBD están disponibles en las diferentes presentaciones de marihuana medicinal. A partir de las diferentes concentraciones de aceites medicinales, los profesionales podemos ajustar la medicación de acuerdo a las necesidades terapéuticas. Al ser el THC, el cannabonoide que produce los efectos psicogénicos; algunos lo denominan el chico malo. Porque es el componente que produce grandes polémicas al momento de su despenalización. Sin embargo; el CBD es la sustancia productora de grandes propiedades neuroprotectoras. Y por esto se lo menciona como el chico bueno. Pero en realidad, no existe un aceite medicinal que sea todo THC o todo CBD; ya que siempre algo de uno o de otro cannabinoide siempre estará en la formulación. No existen aceites libres de THC, porque para que un aceite tenga sus propiedades curativas será necesario al menos una pequeña cantidad de uno o de otro.
La sensibilidad individual al THC es el factor más importante en la determinación del ratio óptimo y la dosificación de una medicina rica en CBD. No hay un solo ratio o dosificación que sea el correcto para todos los individuos.
Es por eso que la terapéutica del Cannabis es una medicina personalizada. Los pacientes pueden necesitar experimentación, afinación, y si es necesario, ajustar su régimen de tratamientos hasta que encuentren su propio punto ideal con el balance correcto de THC y CBD. Es esencial que la administración sea con dosis crecientes y con un aceite de concentraciones conocidas en miligramos de THC y CBD, para que el profesional pueda regular sus efectos de acuerdo al diagnóstico de la patología a tratar y a las características del individuo (raza, talla, peso, concentración de grasa corporal/ músculos, edad, dieta y otras características más).
Sobre estas bases, es que se consideran las siguientes etapas dentro del protocolo de tratamiento cannábico: Inducción, impregnación y modulación.


Particularidades en la administración de aceites Cannábicos

La incorporación de fitocannabinoides en el organismo debe ser en forma gradual. Ya que cada ser vivo posee una concentración de receptores y de endocannabinoides que le son propios de sus funciones corporales y hasta el momento no pueden ser medibles. Al introducir un cannabinoide exógeno, el cuerpo debe adaptarse a esta nueva administración externa. Sólo por los síntomas y signos es que se puede regular el tratamiento (en cantidad o calidad del aceite medicinal).

Muchas son las formulaciones para su administración. Estas son algunas de ellas: Sublingual, oral (aceite o pellets), ungüentos tópicos, aerosol, supositorios, oftálmicas y entre algunas otras
formulaciones más. Todas estas opciones serán consideradas de acuerdo a la patología y especie animal a tratar.
A cada vía de administración le corresponderá un tiempo de absorción. En la tabla 1 se detallan los diferentes tiempos:
La seguridad de los productos es una de las mayores preocupaciones, dado que la industria de la marihuana aún no está bien regulada. Desafortunadamente, muchos cultivadores de Cannabis usan pesticidas y potenciadores hormonales dudosos para incrementar el contenido de cannabinoides y la producción de los cultivos. Por este motivo se deberán procurar aceites que estén probados/analizados en el laboratorio y verificados como libres de hongos, pesticidas, residuos de solventes y otros contaminantes.
Evite los aceites de Cannabis que hayan sido extraídos con butano, hexano y otros solventes tóxicos; opte por métodos más seguros de extracción como etanol de grado alimentario o CO2 súper crítico. Un producto de alta calidad rico en CBD, debe incluir sólo ingredientes de alta calidad: No tener jarabe de maíz, grasas trans, conservantes ni otros aditivos artificiales.
Los productos deben tener etiquetas claras que muestren la cantidad de CBD y THC por dosis.
Tener en cuenta que el ratio de THC: CBD (siempre se expresa en este orden de ratio) no es una indicación de la cantidad de cada compuesto en el producto.
Por lo general, los aceites se administran conjuntamente con el tratamiento primario de la patología a tratar. Y el veterinario cannabinólogo acompaña al paciente considerando el protocolo ya instaurado por el médico de cabecera. Es un trabajo interdisciplinario.


Bibliografía

  1. Asociación Médica Británica. 1997. Usos terapéuticos del cannabis. Amsterdam, Países Bajos: Harwood Academic Publishers.
  2. Felder CC, Nielsen A, Briley EM, Palkovits M, Priller J, Axelrod J, Nguyen DN, Richardson JM, Riggin RM, Koppel GA, Paul SM, Becker GW. 1996. Aislamiento y medición del agonista del receptor cannabinoide endógeno, anandamida, en el cerebro y los tejidos periféricos de humanos y ratas. FEBS Letters 393: 231–235.
  3. Webster, G.R., L. Sarna, and R. Mechoulam, Conversion of cbd to delta8-thc and delta9-thc. 2004, Google Patents. 
  4. Mechoulam, R. and L. Hanus, Cannabidiol: an overview of some chemical and pharmacological aspects. Part I: chemical aspects. Chem Phys Lipids, 2002. 121(1-2): p. 35-43.