Observación inicial de preparaciones citológicas
Observación inicial de preparaciones citológicas

Pablo Manzuc1; Laura Denzoin Vulcano2
1 Graduado en la Facultad de Ciencias Veterinarias, UNLP. Docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias, UNLP, cátedras de Patología Médica y Hospital Escuela. Especialista en Dermatología de Pequeños Animales.
2 Médico Veterinario. Doctora en Ciencia Animal. Docente de Patología General de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA), Tandil, Argentina
Una vez coloreadas las preparaciones, se procede a observarlas al microscopio. Esto se realiza primero con menor aumento (10x) y, luego, con mayores aumentos (40x) y 100x) en zonas determinadas de los preparados.
Fundamentalmente, las preparaciones se categorizan en 4 grandes grupos:
- Citologías inflamatorias.
- Citologías neoplásicas.
- Citologías mixtas.
- Otras muestras citológicas especiales.
Citologías inflamatorias
Se observa un predominio de células inflamatorias mononucleares o polimorfonucleares. Según la relación entre estas células, puede decirse que la inflamación es:
Aguda, purulenta o supurativa:
Predominan los neutrofilos (casi siempre representan más del 80% de todas las células inflamatorias presentes), acompañados por macrófagos, linfoblastos y polimorfonucleares eosinófilos. Muchas veces se observan somas bacterianos dentro de los fagocitos (lo cual indica que no son contaminantes, sino que forman parte activa del proceso) y fuera de ellos. Los neutrófilos pueden evidenciar cambios líticos celulares (indicativos de infección) o no (posible indicio de reacción séptica). Muchas veces se observan figuras de fagocitosis de neutrófilos por parte de macrófagos.
- Crónica: Predominan las células monoucleares, sobre todo los macrófagos, en su mayoría activados e intensamente acuolados, que representan más del 70-80% de todas las células inflamatorias observadas. En ocasiones, se unen formando grandes células gigantes multinucleadas o se transforman en células epiteloides (se dice, entonces, que la inflamación es granulomatosa). Muchas veces puede observarse el microorganismo causal de la inflamación dentro del citoplasma de estos macrófagos. El resto de las células son polimorfonucleares neutrófilos, eosinófilos y linfoblastos; muchas veces también se observan fibroblastos. Cuando existe una mayor cantidad de polimorfonucleares neutrófilos (aproximadamente 40%) junto con una elevada cantidad de macrófagos activados (cerca de 60%), se dice que la nflamación es crónica activa.
- Eosinofílica: En este caso, más del 15% de todas las células observadas corresponden a polimorfonucleares eosinófilos.
Citologías neoplásicas
Se observan células tisulares no inflamatorias. En este caso, se debe intentar determinar su estirpe embrionaria y sus características citológicas de malignidad; así, se podrá decir si se trata de una muestra neoplásica o una muestra normal de un órgano o tejido dado.
- Estirpe celular: Existen básicamente 3 tipos diferentes:
- Células epiteliales: Por poseer desmosomas, casi siempre exfolian en grupos (a excepción de los tumores muy malignos, cuyas células pierden esos desmosomas y se ven aisladas en las preparaciones). En general, se observan muchos grupos celulares exfoliados de mayor o menor tamaño. Tienen citoplasma poliédrico o redondeado con límites bien
definidos. Pueden presentar vacuolas citoplasmáticas (lo que denota su origen epitelial glandular). Las demás características varían según el epitelio del cual provienen y su carácter anaplásico. Forman parte de este grupo las células
de los basaliomas, los adenocarcinomas y los carcinomas de células escamosas.
- Células mesenquimáticas: Se las observa aisladas o, a lo sumo, amontonadas por restos de colágeno o matriz intercelular. Tienen forma ahusada y límites citoplasmáticos difusos. Cuando provienen de un tumor muy maligno, se redondean y presentan límites citoplasmáticos más definidos. En general, exfolian escasamente (a excepción de las que corresponden a tumores de alta malignidad). Pueden poseer vacuolas citoplasmáticas. Las demás características varían según el tipo de tejido mesenquimático del cual provengan y su grado de anaplasia. Integran este grupo las células de los denominados sarcomas de tejidos blandos (fibrosarcoma, hemangiopericitoma, neurofibroma, fibrohistiocitoma, etc.). Se las
observa aisladas en gran número. Son redondas, presentan límites citoplasmáticos netos y núcleos centrales o levemente excéntricos; a veces, tienen granulaciones o vacuolas citoplasmáticas. Pertenecen a este grupo las células de los astocitomas (poseen granulaciones pardas en su citoplasma), los tumores de Stiker (con una heterogénea cantidad de vacuolas en el citoplasma), los histiocitomas cutáneos benignos (idénticos a los tumores de Sticker, pero sin vacuolas o con muy escaso número) y los linfomas (con la característica forma de linfoblastos). Las células de los plasmocitomas y algunos
melanomas (con melanina en su citoplasma) pueden tener apariencia de células redondas.
- Caracteres citológicos de malignidad: Se los clasifica como caracteres de grupo celular (o de conjunto) y de célula (o individuales). Los más importantes son los nucleares, ya que denotan la actividad mitótica de la célula. Los caracteres citoplasmáticos se consideran complementarios. Se dice que un tumor es maligno cuando posee más de 3 caracteres citológicos de malignidad, que es benigno cuando tiene menos de 1 carácter citológico de malignidad, y que es dudoso cuando posee entre 1 y 3 caracteres citológicos de malignidad.
- Caracteres nucleares: Macrocariosis, anisocariosis, relación núcleo:citoplasma elevada, cromatina heterogénea (granular fina o gruesa), nucleolos múltiples pleomórficos, basófilos fuertes, amoldamiento nuclear, mitosis anormales (o normales, pero en elevado número), células binucleadas o multinucleadas, etc.
- Caracteres citoplasmáticos: Basofilia citoplasmática, pérdida de granulaciones típicas para la célula (por ej., pérdida de granulaciones para un mastocitoma), anisocitosis, macrocitosis.
Siempre es recomendable recurrir a los estudios histopatológicos para:
- Determinar grado histológico de malignidad.
- Determinar tipo de tejido (por ej., tipo de sarcoma o de carcinoma).
- Confirmar si se trata de una neoplasia benigna o maligna, en muestras dudosas.
- Distinguir hiperplasia reactiva de neoplasia benigna.
Citología mixta
Posee una mezcla de células tisulares e inflamatorias. Hay que recordar que la observación de una citología inflamatoria no excluye la posibilidad de que exista una neoplasia de base (sobre todo si la muestra no fue tomada mediante punción y la lesión estaba ulcerada).
Otras citologías
En este grupo entran los quistes, los ganglios linfáticos (normales, reactivos o neoplásicos), los líquidos de punción, etc.
Cada tipo de tejido muestreado posee características normales. El conocimiento de estas características hacen posible distinguir una muestra normal de una anormal y, en este ultimo caso, establecer qué tipo de alteración presenta.
Particularidades del muestreo
La técnica de elección es la punción y aspiración con aguja pina. También pueden obtenerse buenas muestras realizando sólo una punción con aguja fina (sin aspirar). No son adecuados las improntas ni los raspados, ya que ofrecen muestras de poca calidad y usualmente no recuperan células. Por tratarse de un tumor tan pequeño debe tenerse cuidado de no atravesarlo y aspirar tejido subcutáneo cargado de grasa, ya que ésta puede dificultar la interpretación citológica.
Aspecto citológico
Como es un tumor de células redondas suele ser altamente exfoliativo y brinda muestras con alta celularidad (fig. 3-12). Las células están separadas (aunque, como son muchas, pueden observarse amontonadas) y son característicamente redondeadas, con núcleos centrales o algo excéntricos. Su tamaño es levemente superior al de los neutrófilos. Los núcleos son en general de cromatina reticular y tienen uno o dos nucleolos. El citoplasma presenta límites netos y, en general, carece de vacuolas o gránulos. Sólo unas pocas células pueden tener alguna pequeña vacuola en su citoplasma. En ocasiones, las muestras presentan evidentes caracteres citológicos de malignidad (anisocariosis, anisocitosis e, incluso, figuras mitóticas), aunque esto no indica que el tumor tenga un comportamiento maligno (figs. 3-13 y 3-14). En los extendidos citológicos también es frecuente observar linfocitos y células plasmáticas, en especial durante la etapa de involución (fig. 3-15).
En ocasiones, cuando las técnicas de muestreo son descuidadas o las muestras no son extendidas con suavidad, las células pueden perder su morfología característica, se alargan y pueden confundirse con células mesenquimáticas (fusiformes).
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