Prótesis osteointegrada en paciente felino

Prótesis osteointegrada en paciente felino


de Arregui R.A, Médico Veterinario
Cel: 0299-154157466
Correo: rdearregui@yahoo.com.ar
Instagram: @rdearregui

Resumen

En el siguiente artículo se propone el uso de la prótesis osteointegrada como una alternativa a la amputación, cuando la parte distal de un miembro se encuentra gravemente afectada.

Introducción

En la década de los 60 Branemark introdujo el término osteointegración para referirse a la aceptación y anclaje de piezas de titanio al hueso 1,2 , actualmente conocidas como implantes. La osteointegración es la conexión firme, estable y duradera entre un implante sujeto a carga y el hueso que lo rodea. El éxito de esta conexión o interface implante-hueso depende de factores biológicos y sistémicos del paciente y de las características del implante y su superficie. Una adecuada osteointegración está sujeta a la aceptación del implante por parte de los tejidos vivos sin la formación de tejido fibroso en la interface implante-hueso y sin la presencia de signos de inflamación 3.

La osteointegración depende de dos procesos: la osteoinducción y la osteoconducción 4. La primera es el mecanismo por el cual las células madres se diferencian a células osteogénicas que forman tejido óseo. La deposición de hueso nuevo por parte de estas células se denomina osteogénesis y se clasifica en dos tipos: a distancia y de contacto. En la primera, el tejido óseo se forma desde la superficie del hueso circundante. En la segunda, la formación de hueso se produce desde la superficie del implante, es decir, en la región periprotésica la osteogénesis tiene dos direcciones: desde la superficie del hueso circundante hacia el implante y desde el implante hacia el hueso circundante. La formación de hueso desde la superficie del implante implica que dicha superficie permita su colonización por parte de células de origen mesenquimal. Esta colonización se denomina osteoconducción y depende esencialmente de la biocompatibilidad del material y de las características de la superficie.
La osteointegración es un concepto muy difundido en odontología, pero no así en ortopedia. La fijación de prótesis ortopédicas por medio de implantes anclados al hueso es relativamente nueva en humanos y más aún en veterinaria. Se trata de un procedimiento quirúrgico por el cual se inserta un implante de material biocompatible a un hueso que al
cicatrizar se integran de tal forma que permiten la fijación de una prótesis externa sin necesidad de tener contacto directo con el muñón 5,6.

Historia clínica

El caso que se describe es el de un paciente felino macho de 7 años de edad y 4,800 kg, el cual tuvo un accidente automovilístico. En dicho accidente sufre una luxación coxofemoral del miembro posterior izquierdo y lesiones profundas de tejidos blandos en el pie del mismo miembro con compromiso vascular (pérdida de pulso y enfriamiento de la zona).
Luego de la estabilización primaria del paciente se decide la reducción y fijación de la luxación coxofemoral por medio de capsulorrafia y la colocación de un ligamento iliofemoral de nylon. En la misma intervención se realiza la toilette de las heridas del pie. Dos días después se observa una buena evolución de la cirugía de cadera y se comienza a insinuar una línea de necrosis a nivel de la articulación tarsometatarsal. Veinte días post cirugía el paciente presenta miasis en la zona de necrosis con pérdida completa de las falanges y gran compromiso de tejidos blandos en tarso y metatarso. Dadas estas lesiones se sugiere la colocación de una prótesis osteointegrada y, por lo tanto, se realiza la amputación a nivel intertarsal. Dos semanas post amputación se implanta un perno en el canal medular del calcáneo izquierdo sobre un muñón cicatrizado (figs. 1).

El perno utilizado es de titanio aleado, según normas ASTM F136 grado 5 ELI, fabricado por DI.QUI.ME S.A., que otorga alta biocompatibilidad. Una semana después de colocado el implante se retira el vendaje compresivo, el cual fue colocado al momento de la cirugía, y, dos semanas más tarde, se retiran los puntos observándose un estoma limpio, sin secreciones y sin signos de infección. En ese momento se coloca una prótesis de goma provisoria para impedir el impacto del implante contra el piso, dado que el paciente intentaba utilizar el miembro (fig. 2).

Al mes de colocado el implante se constata que el mismo está firme y sin signos de infección y se reemplaza la prótesis de goma por una impresa en 3D hecha a medida del paciente (fig. 3).

Cuarenta y ocho horas después el paciente camina fluidamente y cargando el peso sobre la prótesis de manera intermitente. Luego de 20 días de colocada la prótesis impresa en 3 D, la misma es reemplazada por una prótesis confeccionada en aluminio y acero inoxidable más liviana y más firme y que se adapta mejor a la anatomía del miembro (fig. 4).

Al momento de escribir el artículo y a tres meses de colocado el implante, el paciente camina sin dificultad y presenta una leve claudicación esporádica. Dado el corto período que ha transcurrido de postoperatorio se espera una recuperación aún mejor con el correr de los días.

Conclusión

La amputación de un miembro es la cirugía indicada cuando no hay otra opción posible para conservar la extremidad o mantener la calidad de vida del paciente. Aunque la lesión sólo involucre las porciones distales, la intervención a nivel transfemoral o transhumeral son las más difundidas y aceptadas. Si bien se sabe que los animales se adaptan a la vida sin un miembro de manera sorprendente, no debería ser ésta la primera opción, ya que caminar en tres patas no es lo mismo que hacerlo en cuatro por más que en una haya interpuesta una prótesis. También hay que tener en cuenta la posibilidad de que el animal sufra otra situación en la que se vea afectado otro miembro, por lo que la amputación de un segundo miembro ya no sería una solución tan razonable. Por otro lado, es importante resaltar las ventajas que traen las prótesis osteointegradas en comparación con las tradicionales de encaje ya que son más estables, no irritan la piel del muñón y permiten mayor carga de peso y por períodos de tiempo más prolongado. Todo esto determina una mayor independencia del paciente y del propietario dado que se pueden dejar puestas de forma continua.

Bibliografía
1. Adell R, Lekholm U, Rockler B, Branemark PI. (1981). 15-year study of osseointegrated implants in the treatment of the edentulous jaw. Int. J.Oral Surg.;10:387-416.
2. Branemark PI. (1983) Osseointegration and its experimental background. J. Prosthet Dent.; 50 (3): 399-410.
3. Branemark R, Branemark PI, Rydevik B, Myers R. (2001) Osseointegration in skeletal reconstruction and rehabilitation. A review. J. Rehab. Reseach Dev.; 38 (2): 175-181.
4. Albrektsson T, Johansson C. (2001) Osteoinduction, osteoconduction and osseointegration Eur. Spine J.; 10: S96-S101.
5. Haket LM, Fr€olke JPM, Verdonschot N, Tomaszewski PK, van de Meent H. (2016) Periprosthetic Cortical Bone Remodeling in Patients With an Osseointegrated Leg Prosthesis. Published online in Wiley Online Library (wileyonlinelibrary.com). DOI 10.1002/jor.23376
6. Van de Meent H, Hopman MT, Fr€olke JP. 2013. Walking ability and quality of life in subjects with transfemoral amputation: a comparison of osseointegration with socket prostheses. Arch Phys Med Rehabil 94:2174–2178.

 


Galería